Un desenlace...

Taller literario

¿Y qué pasó después?

Ahora que ya has terminado de leer Matilda, conoces el desenlace, pero seguro que muchas preguntas se pasan por tu cabeza:

  • ¿Qué ha pasado con la Trunchbull?
  • ¿Cómo se las apañarán los padres de Matilda y su hermano en España?
  • ¿Cómo será la vida de Matilda y de la señorita Honey a partir de ahora? 

Si queremos dar respuesta a estas cuestiones, nada mejor que dejar volar la imaginación. Por ello, te proponemos que añadas un capítulo a la novela y tú mismo soluciones alguna de estas incógnitas.   

Para hacer esta actividad, debes tener en cuenta una serie de aspectos:

  • Intenta que el narrador de tu capítulo y el del resto de la novela suenen parecido, es decir, imita su estilo. ¿Recuerdas que se trataba de un narrador externo y omnisciente? Pues el tuyo también deberá serlo. Por ello, es muy importante que utilices verbos en tercera persona y en pasado. Además, no olvides que deberás contar tanto lo que hacen los personajes como lo que piensan, sienten... Fíjate:
  • A lo largo de la novela, las palabras del narrador se intercalan con las de los personajes. Vuelve a fijarte en la imagen anterior y presta atención al texto que aparece entre comillas. En él podemos leer lo que pensaba la señorita Honey al salir del despacho de la directora. Si lo lees con atención y lo comparas con las palabras del narrador, seguro que te das cuenta de que los verbos han cambiado: ahora están en primera persona y el tiempo verbal ya no es pasado. Tu capítulo deberá incluir, al menos, un fragmento en el que se reproduzcan los pensamientos de alguno de los personajes.
  • En otras ocasiones, los personajes hablan entre ellos y el narrador reproduce sus palabras mediante un diálogo en estilo directo. Mira cómo lo hace:


¿Lo ves?  La raya es el signo ortográfico que sirve para señalar cada vez que habla un personaje y también permiten intercalar la voz del narrador con la de los personajes. Cuando en una novela encontramos diálogos, es normal que el narrador utilice verbos como decir, comentar, responder, gritar, susurrar... El texto que vas a escribir también deberá tener, como mínimo, un diálogo en estilo directo.


  • Por último, no olvides mantener la coherencia con el resto de la novela. Mientras leías sus páginas, has ido descubriendo cómo son sus personajes (cómo tratan a los demás, cómo hablan...). Intenta que en tu capítulo su personalidad no cambie demasiado.

Y ahora... ¡Al lío!

Antes de entregar, comprueba que no te has olvidado de nada:

Página del IES Ricardo Bernardo de Solares 
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